Vitaminas Paulinas para el Año Sacerdotal n. 28
La unidad en la verdad y el amor
Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz.
Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos…
Viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza, y de él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo vivifican y a la actividad propia de cada uno de los miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica en el amor. (Efesios 4, 1-6; 15-16)
Reflexión: El Apóstol exhorta a la unidad y da los motivos teológicos: un solo, Señor, una sola fe, un solo bautismo, una misma esperanza… El pecado contra la “caridad”, lleva siempre a la división.
Consigna: Es el momento de preguntarse si, en nuestra Iglesia - parroquias, comunidades, grupos- trabajamos por su crecimiento o somos causa de división, con nuestra mala conducta.
Con los saludos y las oraciones del P. Benito
Recomendamos: La espiritualidad, un estilo de vida, por Valdir Juan de Castro, ed. San Pablo, Buenos Aires.- La espiritualidad cristiana, al estilo del apóstol Pablo, no es una fuga para un intimismo o un individualismo religioso, sino que constituye una propuesta sólida, para quien desea encontrar sentido a su vida.
Divúlgalo entre tus amistades
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