Estar en Cristo, participar de la vida que él tiene y es, recibida del Padre, es el centro y el fundamento de la existencia del creyente, y la máxima plenitud a la que todos podemos aspirar. Es conocer al Padre, amar al Padre, confiar en el Padre, vivir en comunión con el Padre, escuchar al Padre. No cesamos de orar por vosotros, pidiendo que os colméis del conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que viváis de modo digno de Dios, agradándole en todo; dando fruto de buenas obras y creciendo en conocimiento del Padre (Col. 1,9-10).
Vivir en Cristo, partiendo del ser en Cristo es lo radical en la espiritualidad del cristiano y nos marca el camino a seguir. No existe una manera rápida para alcanzar este reto, para convertirnos a Dios y transformar nuestras vidas. Exige años de esfuerzo, de búsqueda, de escuchar todo de la vida, de aprender a escuchar la voz de Dios. En medio del ruido ensordecedor de la vida diaria, escucha con el corazón de Cristo. Escucha con oído de amante. Escucha la voz de Dios. Escucha en tu propio corazón el sonido de la verdad.4 Hasta que algún día podamos escuchar a aquellos que amamos, pero sobretodo podamos llegar a amar a los que nos desagradan y descubrir que la santidad está aquí y ahora. Entonces podremos recoger la cosecha de toda una vida de conocer a Cristo, de ser en Cristo, para tener un buen comienzo.5
Irma Hernández Torres
1 comentario:
Les felicito por esta tarea no fácil pero sí valedera en la evangelización y en el conocimiento del principal pensador del cristianismo, San Pablo. Quiero invitarlos a visitar mi blog Qué sabes sobre el pesebre? donde podrán encontrar más material para la instrucción.
Un abrazo
Carlos Augusto Rodríguez Garcés M.D.
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