Cecilia Perrín, esposa, madre, maestra, focolarina
María Cecilia Perrín de Buide era una joven madre
familia argentina que murió el 1 de marzo de 1985
los 28 años, rechazando un aborto, entregó su vida
para salvar la vida de su hija María Agustina. Se ha
iniciado su causa de beatificación.
María Cecilia Perrín nació en Punta Alta,
Buenos Aires, Argentina, el 22 de febrero de 1957,
en el seno de una familia de profundas raíces cristianas, entre las primeras familia que adhirió al
Movimiento de los Focolares, fundado por Chiara
Lubich. El 20 de mayo de 1983, se casa. Estando
embarazada le detectaron un cáncer irreversible.
Los médicos consideraron la posibilidad de
realizarle un aborto «terapéutico» para poder salvar
su
vida, pero ella se negó rotundamente por su
profunda convicción cristiana.
Una ascensión rápida y sufrida. -En esa situación, María Cecilia tuvo que
enfrentar varias operaciones y, progresivamente, fue entrando en los "caminos raros"
de los cuales se sirve Dios "para llegar a uno". Sus numerosas así lo revelan. A una
amiga le escribe:"...Yo personalmente siempre fui muy coqueta y quise estar linda
para Luis"(el esposo). Reconoce (iY lo siente!) que ahora ha perdido toda su belleza,
pero anota que eso "nos permitió descubrir el amor más allá de las mascaras" Y siente
también que "se ha purificado el amor".
A sus alumnos del Vº año, les confía: la felicidad que la invade, en estar con
Dios: "el es el Amor... Y si lo descubrís Y dices "te acepto", te invade Y te toma" Y
sigue: "Ustedes saben que el cáncer es una enfermedad mortal; yo les aseguro que
para mí es algo que me está dando la vida..."
Y va progresando siempre más.-
A Mons. Meyer, arzobispo de Bahía
Blanca, le confiesa, entre otras cosas: "El otro día en el quirófano, estando sola antes
de que me durmieran, pude decirle sintiéndolo: "Sí, Jesús, te lo doy todo". Y sintió una
gran tranquilidad, a pesar del mal diagnóstico. Su relación con Dios se va haciendo
más profunda. Escribe: "Quiero ser como Vos quieras que sea. Tener la personalidad
que Vos quieras. Ser ante él que está a mi lado como Vos quieras que sea. Tener la
belleza que Vos quiera que tenga".
Su deseo: darle todo a Dios.- Hay dos citas que la retratan entera y son muy
decidoras: «Hoy le pude decir a Jesús que sí. Que creo en su amor más allá de todo y
que todo es Amor de Él. Que me entrego a Él».Y la otra: "Tus caminos son una locura,
rompen mi humanidad; pero son los únicos que quiero recorrer...". Sabemos que
realmente se entregó entera y entregó a Dios "TODO" por los, caminos que él quiso.
La voz de la gente, la voz de la Iglesia.-Cecilia
falleció el 1 de marzo
de 1985, y sus restos mortales descansan en el cementerio de la Mariápolis Lía
(O'Higgins, Bs. Aires). Su tumba es visitada por cientos de personas y madres
gestantes. Su fama de santidad y la heroicidad de sus virtudes, hicieron sí que la
Santa Sede declarara a Cecilia Perrín de Buide Sierva de Dios; y en febrero de 2007,
se inició su causa de beatificación y canonización.
(Fuente:Rev. Ciudad Nueva, n.451). Hay 2 libros que relatan la vida de la Sierva de Dios Cecilia
Perrín de Buide: "Tus caminos son una locura" Autor: Licy Miranda Editorial: Ciudad Nueva "Cecilia
Perrín, un canto a la vida" Autor: Licy Miranda Editorial: Ciudad Nueva
Las dos Teresa
El “Mes de octubre” no es sólo el Mes del Rosario, es también el mes de las madres y
de las misiones de “las Teresa”: la pequeña del Niño Jesús y la grande: Teresa de Ávila.;
ambas “carmelitanas”; ambas “Doctoras de la Iglesia” y tan diversas...
La “pequeña” Teresa (1873-1897): entra muy
joven al Carmelo, abrigando deseos desmesurados: ser todo
en la Iglesia y tantas cosas más. Pero sabe que su condición
de mujer y claustral no se lo permite…Un día, en las cartas
de san Pablo encuentra la respuesta: “Comprendí que sólo el
amor encerraba todas las vocaciones, que el amor lo era
todo…Mi vocación es el amor” y en un arrebato de felicidad
escribe: En el corazón de Iglesia, mi madre, yo seré el amor”.
Su “Historia de una alma”,en la que propone como camino
“la infancia espiritual”, es la mejor demostración de ello.
Teresa nos recuerda que “todo es gracias” y que “el sufrir
pasa el haber sufrido no pasa”.
Teresa la “grande”
(1515-1582): nacida en Ávila, fue la
reformadora del Carmelo y pobló España de convento. Autora
de libros como: “La vida escrita por ella”, “El camino de la
perfección”, “El castillo interior”, Cartas y poesías y otros, ha
influido, y sigue influyendo, como auténtica maestra de la
espiritualidad cristiana.
Recordamos de ella una ”letrilla”, que llevaba siempre
consigo, y puede ser útil a nosotros: “Nada te turbe, / nada te
espante, / todo se pasa, / Dios no se muda, / la paciencia/ todo lo
alcanza. / Quien a Dios tiene/ nada le falta. / Sólo Dios basta.
Referente:p.Benito, ssp, dir.:
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