Sin duda alguna el escrito paulino más importante tanto en extension como en contenido es la carta a los romanos. Las comunidades cristianas en Roma eran grupos mixtos. En esta carta Pablo tiene como intención teológica clarificar el destino de Israel como receptor de las promesas divinas. Como intención pastoral, evitar las divisiones entre débiles y fuertes para así llegar a la unidad. Como intención misionera Roma era el “trampolín” para ir a Hispania. En esta carta se tratan muchos temas desde el evangelio como fuente de salvación, el tema de la justificación por la fe que tanto se trató en la reforma protestante y en el pensamiento de Lutero y el problema de la Ley.
Para Pablo la raíz del problema es que muchos judíos han dicho sí a la ley y no a Cristo, léalo en el discurso de Rom 9, 30 – 10, 21 el eterno problema del conflicto entre lo heredado y lo propuesto el conflicto entre la experiencia religiosa heredada por tradición y la experiencia religiosa vivida por convicción. La solución propuesta es el triunfo de la misericordia divina, léalo en Rom 11, 1 – 32 ya que Dios no ha rechazado a Israel.
Como veremos Pablo nos lanza grandes retos, en especial retomar la experiencia personal de encuentro con Jesús, experiencia de “iluminación interior” que decía San Agustín. Dar el salto al vacío por la fe en Jesús, apostarlo todo y jugarlo todo por Jesús y el Reino. Ser Iglesia comunión y participación de la que todos somos parte y en la que tenemos nuestro espacio para dar testimonio de nuestro discipulado para que, como nos dice el documento de Aparecida, en EL, nuestros pueblos tengan vida.
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