Canto :
Hasta que Cristo se forme en nosotros
Hasta que Cristo se forme en nosotros,
En mí, en ti, en nosotros.
Canto :
Es Cristo quien vive en mí.
Ya no soy yo quien vive,
Es Cristo quien vive en mí.
Bienvenida
La vocación cristiana, la vida misma, es experiencia de elección por parte del Padre, que «en Cristo, nos ha elegido antes de la creación del mundo». Iluminados por el testimonio del Apóstol Pablo, que vivió apasionadamente esta llamada, queremos reflexionar también nosotros sobre nuestra vocación como camino de conversión, y como respuesta al amor gratuito e incondicional de Dios.
Efesios 1, 3-7
Bendito se Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales.
En Él nos ha elegido antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia por la caridad.
Nos ha predestinado a ser sus hijos adoptivos, por medio de Jesucristo, y confirme al beneplácito de su voluntad.
Y esto para alabanza y su gloria de su gracias, que nos ha dado en su querido Hijo.
Lectura Bíblica
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch. 22, 3. 6-10)
«Soy un judío nacido en Tarso de Cilicia, pero educando aquí en esta ciudad a los pies de Gamaliel, instruido en la fiel observancia de la ley de nuestros padres, partidario entusiasta de la causa de Dios, como todos nosotros lo son en este día.
«Pero sucedió que cerca ya de Damasco, hacia el mediodía, de repente me envolvió un gran resplandor del cielo. Caí a tierra, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues? Yo pregunté: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. Los que estaban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: ¿Qué tengo que hacer, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate y entra en Damasco; allí te dirán lo que debes hacer».
Palabra de Dios.
Canto :
Te basta mi gracia
Óyeme, te basta mi gracia,
déjate hacer por mi gracia,
que en tu debilidad
se muestra mi fuerza.
Me complazco en mi necesidad
y en la tribulación, si es por ti
siendo débil yo, Señor,
te haces fuerte en mí
me haces fuerte en mí.
Cántico de Efesios (3, 4-21)
Doblo mis rodillas ante el Padre, del que toma nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra,
Para que nos conceda, conforme a la riqueza de su gloria, el ser fortalecidos poderosamente por su Espíritu para que progrese el hombre interior.
Que Cristo habite en nuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en el amor, podamos comprender con todos los creyentes.
Cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento, para que nos llene de toda plenitud de Dios.
A aquél que es poderoso para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder que actúa en nosotros,
A Él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, en todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén
Oremos Unidos:
Padre de la luz y de la vida, te damos gracias por el don inmenso del bautismo que ha grabado en nosotros el rostro de tu Hijo, Jesús nuestro Señor. Te rogamos, por intercesión de san Pablo, que nos sostengas con tu gracia para que el misterio que el Señor resucitado se pueda realizar en nosotros en toda plenitud; y que lleguemos a ser en el mundo manifestación de su presencia y de su anuncio. Él es Dios y desde siempre viven en comunión contigo y con el Espíritu Santo. Amén.
Este Segmento fue tomado de la Web: Tradición Católica que recomendamos visitar en el siguiente link:
http://www.tradicioncatolica.com
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