Es la última vitamina, mientras reestructuramos el programa
Las Perlas de san Pablo
Vitaminas paulinas n. 50
Si morimos con Cristo, viviremos con él
Nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él (Cristo), para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado… Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. (Romanos 6 ,6 ,8-11).
Reflexión: Con el bautismo hemos muerto al pecado y resucitado con Cristo a una vida nueva. Estamos, por tanto, “íntimamente asociados, asimilados y transformados en Cristo gracias al mismo bautismo que nos ha hecho renacer de nuevo”.
Consigna: Valorizar el bautismo con una vida cristiana auténtica, que revele en nosotros al Cristo resucitado: alegres, entregados, caritativos, serviciales y diligentes en todas nuestras tareas.
Gracias por habernos acompañado: augurios y oraciones del P. Benito.
Divúlgalo entre tus amistades
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