Un lugar para caminar con San Pablo... para llevar a Cristo a cada persona en cada paso... un espacio para peregrinar a través de las Cartas de San Pablo, un lugar para reflexionar, compartir, y disfrutar de La Palabra a través de su gesta como el Apóstol de las Gentes. Una oportunidad más para conocer a Pablo de Tarso, misionar con él y llevar la Palabra de Jesús Resucitado.

martes, julio 28

Las Perlas de San Pablo : Pablo pide oraciones...

Pablo pide oraciones

por la difusión de Palabra de Dios

Finalmente, hermanos, rueguen por nosotros, para que la Palabra del Señor se propague rápidamente y sea glorificada como lo es entre ustedes. Rueguen también para que nos veamos libres de los hombres malvados y perversos, ya que no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel: él los fortalecerá y los preservará del Maligno. Nosotros tenemos plena confianza en el Señor de que ustedes cumplen y seguirán cumpliendo nuestras disposiciones. Que el Señor los encamine hacia el amor de Dios y les dé la perseverancia de Cristo

(2Tesalonicences 3,1-5)

Reflexión: “Con la invitación a la oración, el Apóstol quiere revitalizar el empeño misionero propio de toda la comunidad, pues la evangelización es tarea de toda la Iglesia y no sólo de algún voluntarioso.

Consigna: Y si ya lo haces, ¿cómo es tu oración misionera y el cultivo de la Palabra de Dios, para darla?

Con los saludos y las oraciones del P. Benito

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jueves, julio 16

Vitaminas paulinas para el Año Sacerdotal n. 15

¡Me lanzo hacia adelante!

Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús.

Hermanos, yo no pretendo haberlo alcanzado. Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús. De todas maneras, cualquiera sea el punto adonde hayamos llegado, sigamos por el mismo camino. (Filipenses 3, 12-14.16).

Reflexión: Con lenguaje deportivo, Pablo afirma que, en su carrera, aún no ha alcanzado la meta que es Cristo, el mismo que lo conquistó en el camino de Damasco; y que ahora Pablo quiere alcanzarlo plenamente.

Consigna: El cristiano, como Pablo, vive lanzado hacia delante para dar alcance a Jesucristo

Con los saludos y las oraciones del P. Benito.


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sábado, julio 11

Evitando un Encuentro con San Pablo V (Primera Carta a los Corintios)


Cada día se publican un sinnúmero de escritos que citan las cartas paulinas. Las palabras de San Pablo se citan, por ejemplo, en homilías, encíclicas, cartas pastorales, libros de espiritualidad y tratados de teología. Me parece, sin embargo, que en la mayoría de los casos las palabras del Apóstol de los Gentiles son utilizadas de forma muy selectiva. Porque aquellos que recurren a San Pablo buscan solamente darle fundamento a un planteamiento aislado. Ese tipo de cita parcializada evita, por razones obvias, que se discutan los temas centrales del discurso paulino. La Primera Carta a los Corintios es prueba de ello. ¿Por qué? Porque toda persona que ha leído el Nuevo Testamento puede señalar fácilmente que en la Primera Carta a los Corintios se encuentra el Himno del Amor. ¿Qué otra cosa dice la Primera Carta a los Corintios? Por regla general, nadie sabe.

En este Encuentro con San Pablo he vuelto a revisar la Primera Carta a los Corintios. Confieso que inmediatamente tuve la tentación de saltar los primeros capítulos de la carta y llegar al mencionado himno. Aclaro, sin embargo, que me detuve y opté por seguir el orden dado por el autor. Lo que allí encontré me sorprendió.

No hay duda que los primeros capítulos de esta carta es un texto olvidado por el cristianismo moderno. ¿Olvido voluntario o involuntario? Me explico. Del texto se desprende que en la comunidad de Corinto habían surgido serias divisiones. San Pablo lo resume de la siguiente forma: “Me refiero a lo que anda diciendo cada uno: yo por Pablo, yo por Apolo, yo por Cefas, yo por Cristo.” (1, 12) Ante esas divisiones, San Pablo pregunta: “¿Está dividido el Mesías? ¿Ha sido crucificado Pablo por vosotros o habéis sido bautizados invocando el nombre de Pablo? “ (1,13) “Pues si hay entre vosotros envidias y discordias ¿no os dejáis guiar por el instinto y por criterios humanos en vuestra conducta? Cuando uno dice yo estoy por Pablo y otro yo por Apolo, ¿no os quedáis en puros hombres? ¿Quién es Apolo? , quién es Pablo? Ministros de vuestra fe, cada uno según el don de Dios. Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer. Así que ni el que planta cuenta ni el que riega, sino Dios que hace crecer”. (3, 3-7)

El mundo cristiano del Siglo XXI vive el desasosiego de ver sus líderes reclamando el control exclusivo de la Buena Noticia. Mormones, Episcopales, Metodistas, Evangélicos, Testigos de Jehová, Adventistas, Católicos y Ortodoxos dicen tener la última palabra en torno al Evangelio y con ello desfiguran constantemente el rostro de Cristo. También desfiguran su Mensaje. Y ante ese reclamo surgen divisiones que levantan muros generando odios y discordia. ¿Puede una religión llamarse cristiana si su prédica sólo promueve exclusión censuras y condenas?

Por eso San Pablo insiste en ubicar el rol del cristiano en su justa perspectiva. Al respecto señala: “[q]ue la gente nos considere como servidores del Mesías…”. (4,1). La vida del cristiano, pues, no va atada a estructuras jerárquicas o títulos de nobleza. Tampoco va atada al conocimiento especializado del Evangelio o a la destreza de explicar la naturaleza de Dios. San Pablo al resaltar la frase “servidor de Cristo” describe su rol de la siguiente manera: “Hasta el momento presente pasamos hambre y sed, vamos medio desnudos, nos tratan a golpes, vagamos a la ventura, nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Insultados bendecimos, perseguidos resistimos, calumniados suplicamos. Somos la basura del mundo, el desecho de todos….”. (4, 11-13).

Es que para San Pablo, todas esas divisiones provocadas por un deseo desmedido de poder y control son una pérdida de tiempo. Se tratan de un espejismo que con el tiempo se convierte en un callejón sin salida. Por lo que, sin camino que recorrer, el ser humano pierde su capacidad de llegar a ser todo lo que puede ser. En ese momento, el ser humano pierde su felicidad y su capacidad de vivir en armonía con la naturaleza y su prójimo.

Y entonces cabe preguntarse, ¿cómo vencer todas esas divisiones? ¿Cómo lograr que el ser humano alcance todo su potencial? San Pablo tiene la respuesta. Lo llama “el camino mejor”. (12, 31) Ese “camino mejor” lo conocemos como el Himno del Amor. De eso tratará nuestro próximo ensayo.

Dudas o comentarios pueden comunicarse conmigo a manoloe@prtc.net

jueves, julio 2

Las Perlas de San Pablo : Padre Benito Spoletini

Las vitaminas del Año Paulino n. 13

Dios ama al que da con alegría

Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente.

Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. (Corintios 9, 6-8).

Reflexión: San Pablo nos recuerda que no basta dar con abundancia, si no damos también con alegría. San Agustín anota: “Si has dado en limosna tu pan sin alegría, has perdido el pan y el mérito”.

Consigna: Esto es actualísimo en un mundo en que una de cada seis personas tiene mbre. La población mundial hambrienta es de mil millones; en América Latina hay 53 millones que padecen esto. ¿Y nosotros qué podemos hacer?

Con los saludos y las oraciones del P. Benito


Nota.- El 29 de junio, terminó el Año dedicado a san Pablo; pero el envío de las “perlas-vitaminas-paulinas”, con algún pequeño ajuste, seguirá, DM, su publicación.Lo haremos en linea con el Año sacerdotal, siendo san Pablo "modelo de sacerdote", como lo propone Benedicto XVI.

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Este es..

... un espacio para peregrinar a través de las Cartas de San Pablo, un lugar para reflexionar, compartir, y disfrutar de La Palabra a través de su gesta como el Apóstol de las Gentes. Una oportunidad más para conocer a Pablo de Tarso, misionar con él y llevar la Palabra de Jesús Resucitado.